Estaba un día soleado,
sentada en el pasto de la casa de mi tía, cuando sentí unas pequeñas mordidas en
mi oreja ni siquiera quería saber que ocurría pensé de todo, pero no era
ninguno de mis pensamientos, solo ignore lo que ocurrió minutos después sentí una
una pequeña lengua en mi rostro, fue cuando decidí despertar de un sueño en el
cual me imaginaba en una playa hermosa. Al abrir los ojos vi algo tan pequeño
que no sabía lo que ocurría y entonces pensé.
-En este mundo al parecer encontré
lo que me hacía falta.
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